Brindemos con vino tinto,
nada importa su color
sera por un sueño extinto
de lo que fue un gran amor.
Bebámoslo gota a gota
para que cure el dolor
de esa ilusión que fue rota
por un cariño traidor.
Cuando llegue a nuestros labios
gocemos de su dulzor,
la esperanza sufre agravios
pero no muere el amor.
Cuando las copas alcemos
que no haya en el rostro penas,
si mueren los crisantemos
nacerán las azucenas.
Al embriagarnos de vino
de amor nos embriagaremos
que en su color opalino
la tristeza ahogaremos.
Elijan buenos amigos
aquel color que prefieran,
no nos pongamos castigos
y que los sueños no mueran!
Yo quiero mientras bebemos
que brindemos por la vida,
los dolores enterremos ,
siempre queda luz prendida!
El dolor no ha de matarnos
por esa esperanza muerta,
si no quisieron amarnos
otra puerta estará abierta!!
Autor: Aníbal Rodríguez.