En mi paso contigo
todo lo arraso porque la hierba
me tienta y me hace sentir
la conciencia y quiero vivir
al tenerte en el presente
abrazada entre tus brazos.
Descansemos sobre la yerba nuestros cuerpos
dispuestos a colapsar,
para que veas lo divino que se siente
ese olor a yerba que hasta
nos hace amar el momento.
En mi paso por la hierba,
déjame sentirme como si
yo fuera esa fuerte hiedra
que pegada a un porvenir
se presenta segura
sin poderse ir
a correr una aventura.
Dime...
no es mejor para los dos
acostarnos en la hierba,
a dormir…
o que un muro tengamos
que subir
hasta que amanezcamos,
tal alto y descalzos de egoísmos
y nos pueda Dios bendecir.