No se que tenìa ella,
solo en el dìa era mìa,
muchas veces le roguè que viniera
y se quedara en las noches a mi lado,
asì, juntos para siempre.
Pero ella solo se reìa,
y entre besos y susurro repetìa:
Estàs loco Mauro,
solo soy tu amante en el momento
y hoy es nuestra despedida.
Que bonito fue el adiòs,
en mis versos quedò por siempre
un lindo recuerdo de su amor.