Inmisericorde
tu recuerdo
recorre los días
éstos de nostalgia.
¡Me faltas!
Entre estrellas y nubes
pensamientos se escapan
para sentir tus labios
para cantar tu alma
para reescribir tu cuerpo
para evitar tormentos.
Te miro en mi destino
y no sé si es cierto.
Te lanzaste
Diosa de sencilla sonrisa,
conmigo, a la poesía
sin saber secretos y,
nos fundimos
en el verso de la nada.
El curso de tu desnudez
significó mi lejanía.
El embeleso de tus versos
llevará ímpetu
que en felicidad vislumbra.
Ven, desmayo de tristezas;
llévanos a la incongruencia
del poema
y la imprudencia de la suerte.