LIVIANO EQUIPAJE
Nada llevo en mi maleta
que peso no ha de llevar,
es muy liviano mi andar
pues carezco de fortuna
y la poca que me queda,
el alma la ha de llevar,
por ello no ha de pesar,
solo queda el sentimiento
y el amor a los demás.
Juglar de muchos caminos,
incansable en el andar,
sin conocer mi destino
y queriendo adivinar,
donde llegarán mis huesos
para poder descansar.
Por cama tengo la tierra
y por techo las estrellas,
mi mirada puesta en ellas
me basta para soñar.
Así un día y otro más,
va transcurriendo la vida,
pasando a tragos saliva,
por garganta que angostada,
tal vez no pueda tragar,
la injusticia, la soberbia,
la usura y la vanidad.
Ver como mendiga el pobre
por un pedazo de pan,
mientras al rico opulento
todo le ha de sobrar,
por eso, no ha de dar
pues teme que se le acabe,
lo que siempre consiguió
con el sudor del que sabe,
nunca a su puerta llamó.
No quiero volver atrás
la vista siempre adelante,
pues como estatua de sal
ha de quedarme el semblante
de ver como abunda el mal,
como se agrandan las penas
eslabones de cadenas,
que intentas soliviantar
con esfuerzo sobrehumano,
cuando vemos al hermano,
morir de hambre y tirado,
como despojo animal.
Mi alma llora en silencio
aunque quisiera gritar,
pero poco se me oye,
por que mi grito no es más,
que un pequeño poema,
escrito en la soledad
de un tétrico rincón,
perdido en la gran ciudad.
Hades.-
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