Una hermosa sinfonía
sobre las ondas volaba,
clara y sutil melodía
acento extraño dejaba.
Y al corazón me traía
perfumes sueltos de infancia,
como ramos de alegría
dando al aire su fragancia.
Sonar de divinas notas,
oh música celestial
que dan a las almas rotas
una tristeza cordial
que hacen levantar suspiros
de un humano que en el sueño
envuelve en cesados giros
el impertérrito ensueño.
2000
Masatepe