Y si una noche
me emborracho y te lloro
no creas que es debilidad
o que aún te amo.
Son tan solo recuerdos
que me asaltan y me pegan
puñetazos en el rostro,
y el dolor de quién fui
es quien humedece mis ojos.
Dolor de haber sido
dolor de tristezas y alegrías
dolor de vino oscuro
y de ojos claros,
dolor de uvas negras
y corazones transparentes.
Eso fueron nuestras vidas ,
corazones transparentes .