Tan lento y rígido el tiempo
Como un muro de arcilla que eclipsa mi mundo
Las vidas pasean por mis ojos
libres y virtuosos.
Desde mi jaula les observo felices.
Primavera y alegría a su pesar gritan,
muy a cuestas llevo conmigo el deseo:
Ojalá escapar hacia el olvido;
Ojalá, sumergirme en su mirar.
Grande
el viento, y
Fuerte
el encanto
La sonrisa de una flor recién nacida
Y la amarga piel del deber.
Los unos y los otros,
La dicha y sus tropiezos.
Ya no hay lugar al que volver.