Cuanto cielo he recorrido
bajando y subiendo del abismo
navegando en espejismos
cuando se reía la tarde.
Recuerdo cuando
los claveles nos envolvían
y la piel se envalentonaba
los aromas se mezclaban
amaneciendo querida
cuando los labios ardían
cuando la ternura agobiaba
cuando las manos acariciaban
hoy el cuándo
sentenció a la memoria
y los senos que son primavera
serán otoño en esta historia.