Caminando sólo por un desierto,
tratando de ordenar tus pensamientos,
tratando de saber que vas hacer;
tratando de llegar a un nuevo amanecer.
Tú cara golpeada por el sol y el tiempo,
tú vida se enrolla en un lamento,
trabajando hasta la anochecer
esperando ganar y poder tener.
Más hoy sólo sientes el peso de la derrota,
pero nunca te darás por vencido,
nuevamente volveras a luchar al atardecer;
nuevamente todos te veremos de pie.
Estaras luchando contra lo desconocido,
enfrentandote cada dia al enemigo,
estaras dólido, herido: pero no caido
porque para tí habra un nuevo amanecer.
En la blancura de la mañana te cantaré,
las penas y tristezas de aquel olvido,
el dolor y el llanto del llamado indio;
porque asi es la sangre del campesino.