Ramón Bonachí

Esa Dama sin apellidos (Soneto)

ESA DAMA SIN APELLIDOS.

 

De sobras la conozco pues siempre está a mi vera,
por más que no la vea procuro estar atento,
seré suyo por mucho que diga que no quiera,
solo espera tranquila su visceral momento.

Ni viajo con maletas ni llevo pasaporte
no sirven si la ruta termina de repente,
mis ojos miran siempre felices hacia el norte
y nada temo hallar que pueda hacerles frente.

Al poco de nacer ya estaba condenado
por esa negra dama que no tiene apellido,
seré solo una cruz en un momento dado
por culpa de un pecado que nunca he cometido.

Se bien que su guadaña me espera en una esquina,
corta la rosa al paso pudriendo hasta la espina