Consuelo octosílabo:
La sangre fluye por las venas
inundando con el hierro
la escasez de los recuerdos
a los que sin más me aferro;
Se oxigena el aposento
que he habitado desde siempre,
y el derruido de mi ser
reposa herido en su vientre;
La química que la adorna
se filtra en mi olfato agudo,
e ilumina cada parte
de este hombre que yace mudo;
Corazones al unísono
palpitan acelerados
y en un frenesí ruidoso
se dicen enamorados;
Me aconsejan los que saben
que me cuide de su magia,
Pues cuando ese viento sopla
ella su veneno irradia;
Brilla miel de su mirada,
hipnotiza a los mortales,
para que el dolor del mundo
se funda en sus ojos astrales.