Genaro A. Cancino

Entre la Luna y la sombra de Ishtar

Sigilosa la noche, desnuda, se asoma

sobre el menguante lunar que le aclama;

allá, dónde el ominoso-fétido aroma

titila silbando sobre el pentagrama.

 

Entre cráneos y huesos blanquecinos

rodeabame del ritual antigua flama,

con aspecto voluptuoso y mortecino

delineaba el humo pérfida Dama.

 

Presentose: felina, seductora, procelosa,

y en mi rostro, una mueca un tanto morbosa

mientras caminaba ella hacia el altar...

 

bajé mi mirada hacia el plateado cuchillo

abriendo mis venas al tiempo que me arrodillo

entre la Luna y la sombra de Ishtar.