En la raìz de la montaña brota verde la vida, y al pie de su cabecera fluye clara y fresca la fuente que le alimenta con gran energìa, abre caminos en la humedad de su paso. Sin detenerse percibe que la observan en silencio aquellos gigantes que entre las sombras le ofrecen sus hojas de vida al viento, se deja llevar entre la brisa que le acompaña, recobra la calma formando entre las rocas, una pequeña cascada y su riachuelo que la inunda de amor sin detener su camino. Ella presencia el hermoso milagro de la naturaleza desde la cima de la montaña, -grandioso momento al natural que es alimento para el alma, la mirada se extiende al horizonte de un mar que nos recibe con amor, en el torrente fluido que no se detiene hasta encontrarle, momento sublime entre la brisa salina y el dulce de sus aguas, entre el vaìven de las olas algunas hojas verdes le acarician ahora.
y la vida continua...