Tengo la grande ilusión
entre tu pelo enredarme
para que puedas atarme
con gran nudo de pasión.
Yo deliro en cada instante
que ese vino de tu boca
embriague mi mente loca
con su sabor delirante.
Y pienso y vuelvo a pensar
que algún día no lejano
con la seda de tus mano
yo me voy a cobijar.
Y que en muchas largas horas
y con tus ardientes besos
me llenarás de embelesos
haciendo brillar auroras.
Y con pasión en exceso
al despertar la mañana
en tu cuerpo de obsidiana
yo voy a quedarme preso
Estoy seguro al decir
que el paraíso perdido,
cuando contigo este unido
los dos podremos vivir.
No habrá castigo ni llanto
nuestra ley será el amor,
y veremos el fulgor
de la pasión y su encanto.
Autor: Aníbal Rodríguez.