Dicen por ahí, que perdonar es don divino,
Y que aquel que perdona se libra del averno.
Pero será posible acaso que un simple mortal,
Pueda fácilmente a todo y todos perdonar?
Siendo uno más de los mortales simples,
Puedo perdonar si en lugar de haber verdad
En tus labios, descaradamente me mientes.
También podré pasar por alto tus omisiones,
O que me robes, o que mates mis ilusiones.
Puedes incluso defraudarme y abandonarme,
Molestarme, fastidiarme, olvidarme o lastimarme,
No tendré reparos en escuchar tus razones,
Entender tus motivos, y te daré la mano abierta,
Pues consciente soy que cometemos errores
Todos los seres humanos de este planeta.
No hace muchos años, he tenido la osadía,
De mirar mis propios errores con valentía.
Y mirando mi reflejo en un espejo de mano,
He dicho sinceramente \"Te perdono, mi hermano!\"
Acaso podría ser sincero y libre de cinismo,
el perdón de aquel, que no se perdona a si mismo?
Pero hay algo que aún mi corazón y mi alma
Se resisten a entender, perdonar u olvidar,
Y es la TRAICIÓN del que dijo que te ama,
Y de aquel que era tu hermano y amigo ejemplar.
Y tampoco no he podido mínimamente entender
A aquellos que lastiman a otros por placer.
Mas líbreme Dios y la vida de encontrar a aquel
Que con o sin razón a los míos llegue a lastimar.
No me considero capaz siquiera de dejar de odiar
a tan viles seres, mucho menos de perdonar...