versos finitos

Posdata

Posdata

 

Usted tenia que ser

la razón de mis desvelos.

¡Oh! hermosa mujer,

en el perfume de su pelo

quedó prendido mi ser.

 

 

El brillo de sus ojos

y su mirada impía,

atraparon mis antojos

en una noche muy fría,

¡ah! también sus labios rojos.

 

En los botones de su pecho,

en los hilos de su blusa,

que reclaman sus derechos,

se perdió mi mirada ilusa,

en esos caudales estrechos.

 

 

Que se viven reprimidos

dando paso a la razón,

con estándares definidos

que no entiende el corazón,

en sus reclamos perdidos.

 

 

Autor: versos finitos