TÚ: MI IMAGINARIO
¡Yo recuerdo como era cuando por ti
deliraba en confundida emoción!
Me saltaba el corazón tan de prisa,
que ni el respiro que exhalaba calmaba
tal devoción.
Muchas veces, al evocar ese momento,
pensé que me moría, pero acá estoy en
conciencia plena y rememoro con reservas
todo lo que con tristeza y alegría, por ti
sentía.
En esos tiempos jugaba con mis pensamientos,
hacia castillos en el aire y tú eras el príncipe
de mis juveniles y fantástica quimeras.
Nada podía sacarme de esa imaginería
constante, en la que tú eras el coloso
de mis sueños y el jinete de esos vuelos
imaginarios, que emprendía hacia las nubes
del inalcanzable cielo, donde tú habitabas.
Dormí, por mucho tiempo apegada, sin saberlo,
a tu recuerdo y un día sin percatarme del todo,
desperté de ese tormentoso sueño y en ti creía…
Sí, desperté, de un largo y raro letargo, para
reconocer la verdad, mi verdad.
¡Y era que tú existías!
Una fuerte punzada en mi maltrecho corazón me
señalaba, con su dolor, que algo me faltaba.
Hoy intuyo, que ese algo, no era nadie, pero tú.
Lo confieso, no sabía cómo eras en presencia.
Pero sí, en tantas y largas ausencias.
Eras ese dolor en mi pecho, que hacia desmayar
mis energías de vida.
¡Ahora, tienes un nombre y sigues grabado en mí
corazón, más adueñado que nunca!
Has sido en mi confundida vida como la higuera que se
levanta desde el subsuelo, se trepa y se adhiere de grosera
manera, tomando todos los espacios, para adueñarse de la
sabia terrenal que dará vida a la simiente y alimentará al
fruto o lo aniquilará.
Un sinfín de emociones se agolpan en mí Ser cuando te miro.
Y no puedo negar que es inmensa la turbulencia que invade
mi voluntad al estar en tu presencia.
¿Para qué mentir, para qué mentirme? No tiene caso.
Negarlo sería infantil y, esa audacia, no me atrevo a intentarla.
El engaño, sería mi engaño, y eso, es cómo suicidarme mil veces.
¡No tiene sentido morir, sí ya me siento muerta!
¡Hubiera querido sobrevivir a tu amor, pero no fue posible!
¡El amor: sea real o imaginario…
lleva, en sí, su escapulario!