La noche recien empieza
y yo aqui acomodada en la Luna
con la esperanza de atraves de ella
poder ver aunque sea una pequeña sonrisa tuya
o algún gesto tuyo.
Mientras que tú
apenas empiezas a sentir
los primeros rayos del sol
que se van posando en tu ventana,
el dulce cántico de las aves como susurro a tus oidos
y la brisa de la madrugada acariciando suavemente tu rostro.
Y yo aquí,
y le digo hasta mañana a mi hermosa noche,
y a ti te digo:
¡Buenos Dias! hoy estaré contigo en mis mas mensurables sueños ahí te veré y empezaremos el día.
Pedacito de mi Alma.