Ven niña acerca tu cesta,
que tiene un jardín de flores,
hoy no vendas, solo presta,
sus aromas y colores,
que en mi alma todo es resta,
y no quiere hablar de amores
Déjame en la mesa un ramo,
como si fuese un mendigo,
que es el amor un cruel amo,
y se ha ensañado conmigo,
llevándose la que amo,
a los brazos de un amigo.
Cede un clavel y una rosa,
tan roja como este vino,
que va dictando una prosa,
donde describe el destino,
de aquel que no hizo otra cosa,
que amarla sin ser mezquino.
Me iré como se va el río,
buscando ahogarse en el mar,
Mi espacio será un vacío,
será una tumba mi hogar,
Deja una flor para el frío...
que me ha dejado el amar.