Mis manos que cálidas
poseían
el sol en el atardecer
amarillo
que con vehemencia
penetraba
todas las estancias de mi ser
transformación
de mi cuerpo en amor
transparente
el agua en que el sol se convirtió
formando
todas las lágrimas que algún enamorado
derramó
y todavía en este noche frente al mar
pregunto
si esto fue un sueño o una breve realidad