Atrapado en un círculo
que se repetía sin fin,
sólo dejé
que las agujas del tiempo caminaran
hasta marcar tu presencia.
Fuiste esa recta
que cortó mi círculo existencial,
llenándome de amor y ternura,
de pasión y locura.
Ocurrió
el despertar de mis sentidos;
se formó
un círculo concéntrico
donde compartíamos el mismo eje,
tu increíble forma de amar,
de sentir,
de vivir...