Black Lyon

Absurdo Amor.

 

Justo cuando pensé haberme olvidado de ti,
regresas a mi mente.
De mis tinieblas, brota una luz en mi corazón,
un palpitar que alegra todos mis días;

 

¡¿Qué puedo decirte?!
Me enamoré nuevamente de ti.
¿Cada cuando sucede?
No lo sé, y no me importa.

 


En cada amanecer,
viene a mi pensamiento tu rostro,
nuestros recuerdos,
mis fallas,
sobre todo mis fallas.

 


Recuerdo, no hace mucho,
te mencioné de que yo era un admirador más.

 



Es lógico que tomes distancia conmigo,
bien me lo dijiste una vez:
\"Eres muy peligroso para mí, es peligroso escucharte\".

 




Lo sé, pero todos necesitamos a alguien en quién creer,
en quién estribar nuestro amor. Amor humano.

 



Y te puedo decir Cinthia, que yo siento en mi corazón
la misma intensidad que sentía cuando tenía diecisiete años.
Las mismas ganas de acariciarte, de jugar con tu cabello,
de bromear como hacía.

 



Donde polos opuestos se atraían.
Tú tan femenina caminado con garbo por la calle a lado mío,
y yo, pues, agarrando tu mano y gritando como loco,
sonriendo a la nada, con ese cosquilleo de felicidad,
que solo TU amor, me puede dar.

 



Ya sabes también como soy, por lo mismo te alejas de mis palabras,
empero, ¿sabes que siento dentro de mi enajenada realidad por tu existencia?

 



¡Mucho amor! Siempre lo he dicho, y lo saben, el cuerpo estorba.
¡Oh sí supieras lo mucho que mis expectativas a la vida han cambiado!
La inconcusa realidad de mi flagrancia en mis palabras...

 



Es aquí, donde el romanticismo que tanto repudio (por ser mi talón de Aquíles),
surge como un héroe de su propia anábasis del Seol.


SINFONÍA



Sé que ahora eres una gran mujer,
has hecho de tus sueños una realidad.
Sin embargo, a pesar de tantos años,
no puedo dejarte de amar.

 


¡Sí! Estoy enamorado nuevamente de ti.

 



La belleza que irradian tus ojos,
negros y hermosos como el azabache,
me transmiten, ¡tanta tranquilidad y amor!

 


¡Amor! No te alejes de mí,
sé que soy un monstruo verbal.
Y, que hice cosas abominables
al nombre del amor.

 



¡Saber que tengo una mínima posibilidad de estar juntos;
me hace sentir que voy a explotar de felicidad!

 



Necesito, necesito de ti.
Realmente necesito de ti.

 

 

Ese jazz, el sonido de la batería que te conquistó.
De esa bella noche, donde te conocí,
donde te declaré mi amor.
Me amabas por ser lo que soy,
sin miedo a nada. Me dejabas expresarme,
¡de verdad que no hay nadie como tú!

 


Y es que como dice León larregui:
¡LLEVO AÑOS TRATANDO DE DECIRTE, QUE TE AMO!

 


Si puediera estar contigo, en un abrazo interminable,
besar tu frente, mimarte por cursi que le pareciera al mundo.
No sabes la felicidad que tendría en ésta vida llena de dolor,
de falsas esperanzas.

 

¡Oh esperanza! el último mal de la caja de Pandora.
Me importa un carajo lo que opinen,
sí estoy mal, desequilibrado,
inapropiado, mordáz y sátiro.



Lo que yo siento, por más egoísta que parezca,
lo admito en mi ser por primera vez.
Mucho he dado, mucho he compartido.
Esta vez, solo quiero compartirte mi amor,
solo quiero estar contigo y ser correspondido.




Me pierdo en pinceladas de colores,
entre sonidos dulcemente delirantes,
en emociones astringentemente hermosas.
Cinthia, me haces mucha falta,
falta de amarnos.




Sí yo tuviese la certeza,
¡Cuanto no arriesgaría!
A pesar de esto, de eso y de aquello,
apostaría todo por tí.
Será, obviamente que ofreces la estabilidad
que todo hombre mataría por tener.
Una mujer que te deja ser,
que te ama y es ella misma.
Leal y fiel. Responsablemente bella.




No es como antes, así es, lo sé.
Ni será. Pero sé, solo lo sé,
que dentro de ti.
¡Aún me amas!

 



Has buscado mucho, como cuando yo busqué,
estas viviendo lo que ya viví.
Mujer jóven que está conociendo.
No me importa en lo absoluto,
al final de camino estoy yo.

 



De todos, yo he dejado ante Dios una impronta
que por más que quieras, no puedes borrar.
Eras una princesita muy jóvencita,
te miré a los ojos,
no sabías que esperar,
aunque bien sabías lo que iba a pasar.

 



En mi tonta estupidez juvenil pero sublime,
te pregunté: ¿Estás lista?
Y con tu tierna cabeza, asentaste afirmativamente.

No fue sexo y aún así...
¡Yo sentía que robaba tu inocencia!
Pero al mismo tiempo, sentí que entre besos,
caricias y tu agitado palpitar,
una preciosa sensación de nuestra forma de amar.

 



A partir de ese día siendo noche y con luna llena, 
fuimos inseparables. Te vas, pero sigues aquí.
¡Tú sí que eres una ilusión convertida en verdad!
TANGIBLE.

 


Un calor que emanas de sensualidad y ternura.
Yo nunca te lo dije, pero de todas las miradas que he
visto, la tuya, ha sido la única que me ha mirado con amor
puro, sin ser sometida a la sicalípsis, una mirada,
digna de una mujer, convertida en diosa.




Antes de dormir,
me cruzo de brazos,
soñándote despierto.
Recordando nuestros encuentros,
nuestras citas, pláticas.

 



¡No puedo dejar de pensarte!
Fuí a tu casa, cuál enamorado,
miré tu balcón,
el portón,
recordé entre lágrimas y emoción,
aquél piano que tocabas para mí.
La única mujer en mi vida que ha
mostrado su corazón en melodías.

 


-¿Te gustó?
-¡Claro que sí! Me fascinó.

 


Yo te dije, que hermoso tocas,
en cada cuerda del piano,
salía de tu corazón un \"te amo\".
¡Eres capaz de permutar música por amor!

 



No, no será por alguna red social,
conozco tu seriedad. Conozco tu corazón
descubierto. Por eso me tienes miedo, y
procuras no escucharme. Sin embargo,
cuando te busco, pronta estás a mí.



Me detenía, para no lastimarte por,
tercera, cuarta o quinta vez.
Es normal que hayas desarrollado ese mecanismo de defensa.
Pero dime, ¿por qué el temor?
¿Por qué me mantienes cerca?
Cinthia, tú y yo bien sabemos de que es,
por que no quieres enamorarte de mí.
Y de aquello prescindimos que es por
que sabes que te puedo conquistar.

 



¡Pues sí una vez asedié el corazón de una mujer hasta conquistar su corazón;
está vez asediaré tus murallas, tus miedos y prejuicios, cualquier beligerante
amoroso que ostente tu corazón, es ahora enemigo acérrimo de mi amor. Sí
en mi última batalla cayeron mil, en ésta caerán diez mil!

 



¿Por qué? Por que estoy enamorado de ti.
¿Por qué ahora? Por que no tenía el valor.
¿Por qué tú nuevamente? Por que me di cuenta de todo
lo que fuiste, eres y serás para mí.

 




Aún tengo el vigor de mi juventud madura,
tengo las fuerzas y experiencias suficientes
para derrocar cualquier tirano que gobierne tu corazón.
Entraré, no tanto como un conquistador,
sino como un libertador.

 


Por que en cuanto veas el estandarte del amor,
la realidad que los años curtieron en mí,
nos amarémos como nunca existió otro amor igual.
Con certeza te lo digo, por qué sé,
lo mucho, que somos capaces de amarnos.

 



¡Solo tú y yo, no contra el mundo, sino contra los universos!


Entre mis versos, pueden confundirse otras personas,
pero el único trasfondo, es que éste escrito es
puramente para ti Cinthia.

 


Con todo el amor de mi corazón,
por primera vez en años,
puedo decirte:

¡Te amo!

 

Siempre dijiste que estaba loco, tanto enamorada como enojada. Y creo que la canción, va completamente, con lo que te escribo, siento y llegarás a pensar. Sí, estoy locamente enamorado de tí. Sí estoy loco, pues lo inefable pasó de moda y mi corazón encontró una nueva palabra para definir un puro amor. METAMORESIN. \"más allá del amor profundo\".