¡Se nos apareció el Diablo compadre Filemón!
La tunca grande ya se murió, y los chanchos
Chille y chille porque la teta que les daba
Ya se secó.
¡Se nos apareció el Diablo compadre Filemón!
Lo que queda del rancho lo va vender el patrón.
La patrona necesita pa’ la casa que compró
La peonada se alborota compadre Filemón
Tantito quiere el indio que le arrime el cinturón
Ya le arde el lomo de tanto castigo anterior
Los otros patrones que se fueron
Dejando empeñado el rancho.
Pero la tunca grande daba
Y toda la marranada se calmaba.
Lo malo que el rancho el que manda es el abuelo
Del patrón, por eso la tunca grande ya se murió.
La comadre que de todo se entera
Por los hijos que siempre andan en el rancho,
Y que cuantito algo sabe se lo dicen a la “mama”
El patrón quisiera callarla pa´ eso mandó a su caporal
A que le asuste a los chamacos pa´ obligarlos a callar.
La comadre no se calla, sigue dando de qué hablar,
y es que lo que gastan la familia y los amigos del patrón
incomoda hasta los vecinos que viven en un rancho mejor.
A como está la situación, la peonada se levanta
Te lo digo compadre Filemón porque el indio ya no aguanta
Solo le falta la inspiración, a ver quién la mano levanta.
Seguro estoy que no es el suriano que dos veces
Quiso ser el dueño del rancho, pero le faltan arrestos,
Porque siempre hay un zorro con más colmillo.
O un borracho que juega sucio.
Mientras me sigo enterando de lo que dice la comadre
A ver cuánto tiempo dura diciendo sus verdades
No sea la del Diablo y le pase lo que a la tunca
Un día desaparece y no la volvemos ver nunca.