Otra vez el rechinar de tus pasos
que atraviesan la oscuridad,
esa oscuridad de mi habitación,
la penumbra que hay en mi corazón
que no se detiene, que transpira
por los poros de mi piel,
más al mirar hacia atrás
no te encuentro, no estás.
Me miras con indiferencia.
Conozco bien tus pensamientos.
Soy lo que soy,
y no escondo mis sentimientos.
Sabes que te deseo,
Mas te aborrezco por ser así,
Te odio por ser mi amor,
Pero te amo aún siendo mi dolor.
Te extraño,
Sabes que extraño
El rechinar de tus pasos
Y el olor a perfume de tu cuello,
Y el sabor de tus labios
Y el roce de tus manos.
Extraño tu voz
Inclusive diciendo
Cuánto me detestas.
Cansado del tiempo
Y cansado de esperar,
Trato de encontrar tu sonrisa
En el fondo de mis recuerdos,
Cuánto ha estado ahí
Que aún es tan vivaz,
Que aún percibo la fragancia
De tu aliento a gardenias.
Te han dicho que estoy loco,
La histeria por tu presencia
Me hace dibujarte en el aire,
Te pinto barroca,
Te imagino de alabastro,
Clara como la leche
Y fuerte como aguardiente,
Están mis dedos modelándote.
Sé que comienzo a delirar,
Mi mente juega sucio conmigo
Y crea emociones sin sentido,
Me hace creerte junto a mí
Abrazados, asfixiados,
Sin más aire que el de tu aliento,
Ah, brisa fresca de río
Que inunda mis pulmones muertos.