Bienaventurados sean aquellos
que en letras se hunden,
suyos seran el saber y la imaginación
más el éxtasis de alcanzar
dividirse entre su mundo
y de sus oraciones.
Bienaventurados seran los sabios,
y a ellos seran concedidos bibliotecas
de ancestrales recuerdos
en pergaminos antiguos.
Bienaventurados seamos tu y yo
y otros que aman sentir los versos,
convertidos en la piel como marcas
invisibles a la vista y sentidos solo
con el calor de la mirada.
Bienaventuradas las personas que
se inspiran en la luna,
sera la noche su mas grande
consuelo y su mas inocente
y sincero.
Bienaventurada sea esa espina
que haz clavado en mi,
y que me deja a flor
de piel,
a merced de un rasguño tuyo
o de algún otro engreido.