Ayer pasé por la senda
por la vereda de los amorios,
fue así como llame a la senda
al verte por ese camino.
La senda es larga y estrecha
tiene un puente, cafetales
árboles y espinos.
Los cafetales fallecieron
al ver nuestro triste destino.
¡No pasaré por la senda
ni por el camino de los cafetales!
Tu vida... pasó sin mi amor!
Te guardé en mi corazón,
por estos caminos de Dios,
por estos andares.
Autora
María Luisa López