Quizás en vano ejerzo la gimnasia
que estira mi silueta hasta un boscaje
la danza donde quedo hasta sin habla
en busca de los ojos de mi amante.
No importa el loro exótico que amaga
diciendo que en mi vida es el gendarme;
seguir con mis canciones tan agrarias
pretendo continuar aunque desmaye.
¡No olvido el tornasol de sus ojazos
ni el agua mineral que da su boca,
oh, me creo la paloma de sus campos!
¡Aun niéguese el loreto de las lomas
lo busco con pasión…con arrebato,
no puedo deshacerme de sus cosas!
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