Esta noche será una gran noche.
Hemos recorrido un mundo y esperado
una eternidad para encontramos aquí.
Tiemblo de ansias, la respiración se acelera,
el corazón galopa desbocadamente y
la pasión me incinera como ascua devoradora.
Todo se ha concentrado en esta alcoba secreta,
saturada de mirra y adornada con ramilletes de mirtos,
cortinas terciopelo y delicadas sábanas egipcias.
En este santuario de delicia ambicionada,
solo quiero silencio para escuchar tus suspiros y
la profundidad de tus quejidos.
Mi empeño afanoso será tu felicidad.
Solo déjame saber, amada mía, cuánto la disfruta y
que tan hondo penetra en tu alma.
Mi boca, como una araña sigilosa,
caminará por tu cuerpo oloroso a
almendra, contemplando tus racimos,
tus piezas de mármol y
tu fuente enloquecedora con sabor a delirio.
Esta noche, amor mío,
es la noche que siempre soñé.