Araceli Vellber

Tus mejores galas.

 

Con tus mejores galas, te fuiste a la calle

sabias que no verías más día,

más luz,

ni más Sol

que el de esa mañana

y empezaste a comprender, aún tarde

que nadie se lleva nada,

todo se queda presente

y que los reproches deben durar,

el tiempo exacto que tardarnos en volver

a darnos un abrazo,

un beso

o un aplauso

y las luchas de guerrillas,

es contra el Imperio,

pero nunca hay nada serio.

Quizás cogí el autobús,

en la parada equivocada

y bajé

cuando tenía que haber seguido de viaje

y ahora los viajes se hacen soñando

y sigo soñando

hasta que pueda mover las alas

y cuando las alas se quedaron sin plumas,

salí otra vez a la calle,

pero ya no era lo mismo, habían pasado  más de treinta años.