Este silencio desespera.
Vilmente saquea los impulsos
que aún contengo.
Porque miro mis manos
y están vacías
mis falanges se cuartean.
Una inicial que en palma llevo,
es todo lo que tengo
y este silencio se funde a la piel,
que atormenta
porque se ha vuelto cruel.
Mis manos las siento
con tanta resequedad.
¿por qué las tuyas no me tocan ya?
Lo que tú sientes no llega a mí,
con la misma intensidad,
esa que quisiera.
Que tu cuerpo con el mío,
como sol y luna se unieran.
Con ese fuerte deseo
fecundo la posibilidad,
de tenerte entre mis brazos,
una vez aunque fuera.
Para sentir cómo renace
entre la música,
ese acento de tu voz sonora.
Este silencio...tan insoportable
que me condena ahora.
¡Con tanto amor, me desespera!