Estoy sola en la playa, medito muy ansiosa,
es triste cuando llegan las olas tan silentes
sin darme tus espumas…ni al menos una rosa,
tus aires tan mimosos también están ausentes.
¿A dónde está la barca que hicimos muy briosa,
aquella sobre un cauce muy rico en afluentes?
¿En qué rivera extraña besándola se posa
con savia de mis células y esencia de mis fuentes?
¡Hoy quiero degustar…el son de tu poesía,
así con las arenas del otro puerto raro
que roba tus caricias, tus besos, tu armonía…!
¡Constante busco el fuego que solo da tu faro:
es cierto que la noche la pone como el día
y vísteme de un cielo vibrátil y ultramaro!