La lluvia nos mojaba sin mojarnos
En ese mundo de silencios,
solo caminábamos
sin dirigirnos a ningún lado,
ella y yo tomados de la mano
solo arrullados por los trinos
de pajarillos invisibles, bajo la luna
tejiendo las primeras ramas
de un futuro nido
oculto arriba, muy arriba
sobre la copa del árbol más lejano
de un bosque imaginario
donde nadie llegaba...
Solo nosotros caminando
en esas tardes solitarias
brumosas y ocultas
a miradas extrañas...
Escuchando los murmullos del silencio
de la luna compañera de esos sueños,
bajo la lluvia lenta
que nos mojaba sin mojarnos...
Caminar por la última calle de la ciudad
era la rutina de cada tarde,
hasta encontrar la vuelta de la esquina
de nuestro espacio elegido
desde la primera caminata sin decir nada,
confirmando que algo nos unía,
sin saber hasta cuando
solo presintiendo
que el tiempo, nuestro tiempo
llegaría porque la noche, las strellas,
la luna y el silencio,
le ponían su sello
a esos momentos mágicos
tan llenos de esperanzas
a un amor surgido de improviso,
bajo la lluvia...pisada tras pisada
sin decir palabra y a paso lento.
Solo nosotros tomados de la mano
sin decir nada...diciéndonos todo,
bajo la lluvia lenta
que nos mojaba sin mojarnos...