angelillo201

Alegoría de una odisea del esfuerzo.

 


Las llamas de un amanecer dorado
vierten de silencios los esfuerzos
El agua estanca bajo los arcos
despertó quizás tu esperanza,
de un lejano sueño o regreso.
¿ Qué te espera adelante?
Tu lo sabes,
un camino enmarañado,
campos cubiertos de monte.
zarzales sobre el hambre
y soledades heladas sobre ascuas.

Flota en el aire tu muerte
y vienen a verla meditando
entre cantos alegres del verano.
Voces de mujeres y niños,
Que pasan por tu lado satisfechos y tranquilos-
Te ven mis ojos,
que aún te guardan de la extinción,
caído sobre la horas.
Se va haciendo el día destierro,
entre una tierra empobrecida.
como abono,
Serrín de leña de unos furtivos,
que dejaron tras la tala.
Y el agua...
caminando en pozales,
Rápidamente se pierde
en una tierra sedienta
que no abarcarían ni mil pozales.


Duelen tus pasos ,
por ser de una ilusión fugitiva
castigo de una honda caída.


Angelillo Uixó.


II. Ruina y perro.
Escrito el 7 diciembre del 2015, odisea en la jardinera de mi casa con mis perros como protagonistas. Ese día el esfuerzo fue sepultado por sus patas que destrozaron la huerta.

De los eslabones silenciosos de hojas de seda,
del terruño moruno de mi tierra,
para los hombres que pacen las hierbas,
con dientes de caimanes secos,
moribundos en la charca fría,
de bandejas blancas,
cargadas de carne envasada,
que viaja florecida en cintas del supermercado,
que atropellan la sonrisa y la esperanza en una caja.
Cuento la calderilla de mi ruina.
Chafan las patas de los perros,
con su pezuña escarbadora,
ladrando a los ciempiés en celo de las raíces,
Haciendo con su cola enrojecer el aire,
en un ocaso de panales,
donde los hombres fabrican en cada celda :
lógica.
Contra las que lanzo una flecha para sepultarme.
Alimentando con el aliento de mi vomito,
casi de un borracho o de un profeta:
Mi ruina.
Paradoja del ojo de lechuga,
en cuya hoja de bronce
se escribe mi deseo del mal contrahecho,
roto en una gota de cristal que cae a un pozo.
Me mantengo,
en torno a mi sangre de pájaro derribado.

Angelillo de Uixó.