Desde el sol sentado
en sus jardìnes de energìa ,
contemplaba la tierra .
Y en una playa recostàda ,
te observè complaciente
de tu belleza de diosa .
Y mi deseo de acariciarte ,
se hizo intenso ,
y viajè como una brisa ,
recorriendo todo tu cuerpo .
Y tus ojos asentìan mi presencia ,
cuando giraste a un lado ,
y fuiste complacida ,
con mi frescura . .
Que iban descubriendo ,
lo que el humano ,
transforma en fantasìa .
Amarte en la poesìa ,
que brillaba en mis
ojos ardientes .
Y la playa quedò vacìa ,
nadie interferìa en mi visita ,
que una beldad me acogìa ,
desde el mediodìa .
Mi padre el sol ,
se detuvo ,
y la noche se entretenìa .
Y nosotros ,
el mar ,
la arena ,
la brisa ,
y el sol
fueron la melodìa ,
del encuentro del hijo del sol
y su bella diosa .