Soñamos nuestro amor,
lo inventamos tercamente,
lo deseábamos tanto...
que aun cuando trama y urdimbre
fueran incompatibles,
seguimos tenazmente hilando
el tejido imposible
Apenas ahora nos damos cuenta
del lento crecimiento
de la sombra terrible
que nubló el día de repente
¿Dónde quedó esa tolerancia infinita,
esa ceguera cupídica,
esa lente prodigiosa
que en el otro nos perfeccionaba?
Al romperse la pareja
la soledad, hasta entonces dormida,
despierta enfurecida
se te apodera, te inunda
y al mismo tiempo te vacía
Te sientes amputado
evocas la parte que te falta
que necesitas
te palpas y sólo encuentras hambre
implorando en tus entrañas
Si prestas atención puedes oír
el lamento de la rama al romperse,
separarse del árbol y caer...
(El crujir de una esperanza quebrándose
es de los sonidos más tristes
que jamás pueda escucharse)
Lugama
28 de Mayo 2016