Sin ti, ya no sé.
¿Qué somos?
Contigo:
¿Húmedo beso, o pena de invocación prohibida?
¿Tú la corrección y yo el error, en este destino que nos escogió?
¿Libro abierto para escribir con tinta de corazón, o intriga de silencios?
¿Nubes que el viento un día unió, o mutilación de eternidades?
¿Talento del consuelo, o el latido de la manzana traicionera?
¿Vergel de cuerpos amorosos, o tierra fértil en agonía?
¿Rosario de trinos nocturnos, o santuario de plenilunios en tristezas?
¿Río de revoloteos invisibles, o lamento entreverado con espinas?
¿Cosecha de seducción, o conspiración de espejismos?
¿Letras de ilusión en el firmamento, o soberbia y confusión de sombras?
¿Miradas afiladas y mudas, o vestigios de destellos ya apagados?
¿Ardiente voz de la alegría, o bálsamo de olvido para los labios?
¿Pulso de la llama de nuestras lenguas, o poquedad de la pequeña muerte?
¿Himno de emociones, o lamentable crimen de caprichos?
¿Alborada de añoranzas, o sonata de invierno?
¿Tempestad de pasión, o perversa palpitación al ruego de placeres?
¿Dos cuerpos compañeros de la noche, o ebullición de flechas fallidas?
Más me doy de cuenta, que como nunca podremos odiarnos, ni tampoco sabremos, qué somos ante nuestras debilidades.
Lo único que sé, es que:
Jamás terminaré de contar las alas rotas de las estrellas, que entre mis versos clandestinos, siempre estará presente mi amor y mi deseo por ti y para ti.
Y, qué por haber germinado mi inspiración en la mirada de tus hermosos ojos;
confieso que para mí, ha valido la pena ser el grial sagrado abierto a la promesa de la nívea de tu alma.
Por el gran regalo que me dio la vida de haber nacido.
NO SÉ TU… No sé tú.
Francisco Solano Castañeda.
27 de Mayo de 2016.