Me estás retando a luchar
y no le temo a tu reto
se que te voy a ganar
y por lo tanto lo acepto.
No permitiré precepto
que me puedas imponer
porque te voy a vencer
que de tu amor soy adepto.
Nunca me verás llorar
ni compasión implorarte,
tu tendrás que claudicar,
a mis pies vas a postrarte,
pero sabré perdonarte
dándote mi corazón
que muy lleno de ilusión
se dedicará adorarte.
Se que te sientes cual mar
pero yo soy como roca,
dan mas ganas de luchar
si tu desdén me provoca,
pero si tu alma revoca
la pena de tu arrogancia
mi alma con mucha prestancia
de amor se volverá loca.
Y cuando ya estés vencida
yo seré muy indulgente,
voy entregarte mi vida
como juez benevolente,
y te amaré eternamente
por el resto de mis días
llenándote de alegrías
y seras de amor mi fuente!
Autor: Aníbal Rodríguez.