¿Cómo llegar donde tu corazón galopa,
cuando invoca la razón a los miedos del olvido?,
¡cuánto dolor!, mi amor, se ha enriquecido
al sellar la desazón los besos de tu boca.
¿Qué unión suelda los yerros del destino
mientras en el quebranto de un abismo
este corazón mío muere?
sólo hiere a ese dolor, el calor de tus suspiros
que por mi no han de ser,
tu lo sabes, yo lo se ... ¡amarga hiel!