En el momento de
la despedida.
Retrasé mi paso.
Me tragué la vida.
Y el adiós no vino
se quedó dormido.
Y no hubo palabras.
Y no hubo testigos.
Cuando conocimos.
Que el amor que ha
muerto.
Muerto aún sigue
vivo.
Y el adiós quedó
dormido.
En ese segundo
que los dos
vivimos.
Retrasando el
paso de la
despedida.
En el que murió el
tiempo y nació
la vida...
Rafael Pablo