En el ángulo devastado de la tarde
se laceran los silencios de abandono,
do se hallan las libérrimas miserias
sino en la barca inalterable del desdoro,
en la sima de mi alma se engalanan
mil espigas de amapola y rubio trigo,
es el aire ennoblecido en sus espinas
entre labios desvestidos de cariño,
y entre aguas y alamedas de primores
se abandona mis ensueños
en su quebranto...
es el rayo inalterable
en su silencio,
entre almas desgajadas...
de alba y llanto.