Solamente deseo un momento contigo.
Tan sólo un corto tiempo te pido.
Quiero preguntarte del castigo
en el que tú me has sometido
¡Deseo un momentico a tu lado!
Quiero hablarte de mi dolor.
Porque nadie me ha consolado,
en este duro y afligido desamor.
¡Te pido tan solo un rato, un momento!
Lo necesito para hablarte de mis penas.
Preciso relatarte mi tormento
Mira que mis penas ya no son penas ajenas.
Quiero estar contigo unas horas…
Donde nadie nos pueda escuchar.
Quiero conversar de lo que añoras,
saber si de ti me he de alejar.
¡Y escucha, qué no es tanto mi pedir!
Tan sólo te pido un instante, es todo.
Quiero soltar las amarras de esta nave.
Quiero de una vez por todas salir del lodo.
¡Temo que sin remedio esta nave enclave!
¡Yo, sólo un instante pido,quiero contarte una
pena que no es ajena!
Es sólo la pena mía que mañana será tuya.
Mi pena será dolor, pero nunca tu expiación.
Y te digo: no es necesario que huyas,
porque para esta pena, no habrá perdón…
¡Antes me consolaba tu canción,
ahora nada calma esta pasión!
Raiza N. Jiménez/