Todo ocurre despacio
hasta que están cerca tus labios
entonces todo se precipita
como una cascada al abismo
y no encontré el cartel de salida
o tal vez estaba escrito al principio.
Todo ocurre en la pausa de los años
y en las tormentas con sus daños
y en el despertar de los sueños
cuando estos son amargos
y encima no tengo cerca un trago.
Todo ocurre al movimiento de tus manos
y tú, eliges siempre el color del cuadro
aunque no existan paredes para colgarlo.
Lo peor de tus labios, no es recordar su sabor
es saber, que es cierto el olvido
y estoy delante de un folio en blanco.
Lo peor no es la velocidad, si no las prisas,
ya eché a perder una vida,
lo que no quiero, es echar a perder una muerte.