En este bello día del estío
mi débil corazón por ti suspira
no se aparta de mí tu dulce lira,
es vívido flüir que enciende el brío.
Es como un talismán el sueño mío
al ver que en mi redor tu imagen gira
parece que del Sol robó su pira
y me lleva a la cúspide que ansío.
¡En esta vaguedad de amor compenso
mis pasiones, quimeras, zepelines…
que al cielo me han llevado sin incienso!
¡Mas, de la tierra quiero tus violines
sin lunares, ni estrellas en suspenso,
no quiero alucinar...ni que alucines…!