Dicen que la esperanza es lo último que se pierde, a
lo mejor, en una encrucijada de caminos se extravió y
así perder todo sentido de pasión y emoción, lo que no
ha faltado es el deseo profundo de hallarla y tener la
posibilidad de volver, en sueños recurrentes y tan
reales, ha amarla…
No importa, cuántas cicatrices tenga tu alma,
si son de amor, decepción o maldad.
No importa si entregaste el corazón una, dos, tres
veces y pare de contar.
No importa los te amos que dijiste y escuchaste
y se esfumaron en torbellinos de falsedad.
No importa las promesas que diste y no cumpliste
Y las que tu creíste y jamás viste.
No importa si la piel sirvió de lienzo al placer banal,
profanando lo sagrado que solo Dios nos ha dado y
que aun manchado, es digno de ser amado.
No importa, cuanto lloramos si con lagrimas
dicen que se purifica el alma.
No importa, si das sin recibir si te nace del corazón
entregar con amor, lo que muchos no saben agradecer.
No importa, si el que grita se fortalece al humillar
lo importante es ser sabio y callar sin escuchar.
No importa, el que no cree en la esperanza, lo que
importa es que tu emanes esperanza, al que carece
de la misma..