Jhon Deivy Torres Vidal

NO VAYAS PORQUE EL DÍA ESTÁ CAYENDO

No vayas porque el día está cayendo

con la fiereza del que fue herido

por aviesas manos conocidas,

ya despeña unos bólidos en parto.

No vayas que en la lluvia y en el trueno

se incuba una ocasión para el peligro.

La zarpa que se aguza en el asalto

toma la imagen del primer relámpago 

y descarga al azar criadas iras.

No vayas a esta hora, es el descenso

de pequeñas navajas que ha parido

la tarde, en pasmosa epifanía.

No vayas, mira afuera, está llamando

la noche que desfila en desconcierto,

lleva unos mantos de tormenta y ruido.

Algo ha caído y es un cuento extraño

toda esta historia. El clima es un contrario.

No vayas, hay vendettas suspendidas.