La mañana se marchó
cargada en su mochila
con sol, gracia y vida
cual alegre golondrina.
Surcando azules voló
marchitando mi alma herida
al ocaso de ese día.
Todo se me invertía
haciendo la noche aurora
auroras noches de sombras
encarcelando mi sentir
dejando un llanto parir
clamando entre la bruma.
El silencio de mi voz desvaneció
entre cardales y espinas
sangrando mi corazón
no supe más de ella.
El tiempo no se detuvo
sentimientos que se enquistan
se aletargan en presagios
se desvanecen cual naufragio.
Una tarde cansada y triste
por la vieja senda le vi llegar
una sonrisa de ojos claros
me quiso regalar,
por su mejilla rodó
una lágrima de dolor
mas en mí, se esgrimían
mi alma y mi corazón,
ganas tuve de abrazarle
se cerraron mis manos húmedas
me mordí, para no besarle
solo una caricia pude darle
y un adiós, para no olvidarle.
Autor: Jorge Aimar Francese Hardaick
- Argentina - 30-05-2016
Derechos reservados del autor (*)
Blog \"MIS PENSAMIENTOS\"
http://crisfacu.blogspot.com.ar