Adoraría el volver atrás
para de nuevo enamorarme,
enamorarme de el viento,
ese viento azul que nos soplaba
Enamorarme de nuestras caras,
coloradas frentes de haber corrido
en eternas tardes de verano
Enamorarme de la intriga,
la intriga y el hormigueo
al abrir ansioso un regalo
Enamorarme del timbre del recreo,
sonido malicioso nos recordaba
que disponíamos de tiempo para soñar
Enamorarme incluso,
de algún castigo bien merecido,
de los regaños innecesarios
que compartíamos en el colegio
Enamorarme de las caídas,
de los rasguños y las heridas
que me causaba la libertad