Tú querías seguridad
y yo, mandaba besos sin protección
y daba saltos sin paracaídas
y sin embargo,
mi seguridad
consiste en decirte que no te pertenezco,
soy esa clase de mujer que elijo
y cuando caigo al suelo
solo me queda levantarme,
mirar hacia adelante,
sacar el lápiz de carmín y teñir de rojo el aire