I.
Soy lo que soy para lograr ser lo que aún no soy.
Creo en el amor para que exista más amor.
Creo en el dialogo para que haya más entendimiento.
Sueño con la paz y el abrazo fraterno
en el contexto social y político.
Creo en la familia como norte de la sociedad.
Creo en la amistad como luz
que alumbra la convivencia social.
Creo en Dios, Padre Nuestro que estás en el cielo.
Creo en los Arcángeles Miguel, Gabriel y San Rafael,
gloriosos príncipes para vencer el mal,
dar vida y sanar el espíritu y cuerpo del ser humano.
Creo en la Virgen María, en la Virgen de la Candelaria,
en la Rosa Mística, como brazos de la paz y los lazos del hogar.
II.
Siento que he pecado por obra y omisión,
y que necesito la ayuda de Dios y la comprensión.
Quiero un cambio de actitud en mí y en los demás.
Deseo que si doy un paso y este no coincide con el ayer
o con la posición de mis semejantes,
sea totalmente respetado y tolerado.
No quiero odio, vilipendio ni descalificación.
Imploro por una familia y una sociedad signada por el amor,
la fe, la gratitud y la esperanza.
El rumbo no es el desasosiego ni la intranquilidad.
La inestabilidad no ha de reinar.
Luchar por un mundo solidario presidido por Dios
es el sendero de la verdad de todos unidos.
Basta de opinar sin fundamentos.
Basta de mentiras y falacias.
Es necesario que resplandezca la verdad de Dios
y la verdad humana, y transformen el presente
y otee el porvenir.
III.
A mi edad quiero ser útil y solidario.
Quiero dar más de mí a mi familia,
hijos e hijas, nietos y nietas, hermanos y hermanas,
y en general a la constelación familiar
que lidera mi santa madre, Mercedes María.
A mi tiempo quiero estabilidad espiritual,
emocional, política, social y económica.
Quiero Dios mío para honrar este ideal,
que los caminos que tú me abriste,
sigan abiertos para seguir ayudando
a mi familia y semejantes,
y con la irradiación de tu energía,
se hagan realidad mis peticiones.
Quiero seguridad social,
derecho adquirido por la sociedad
para reivindicar con la fuerza de Dios,
la constancia de mis actos.
Quiero escribir, publicar obras y poemas,
que reafirmen mi vocación y mi compromiso;
y el tiempo de manera veloz,
esclarezca el misterio de mis opiniones y decisiones.
Dios y mi familia, al lado de algunas amistades,
saben que actúo de buena fe, y que si he pecado,
admito mis errores e invoco el perdón;
porque el que ama, perdona;
y el que perdona, ama.
Pido a Dios ayude a que la opinión pública
comprenda mis virtudes y defectos.
Que quede ante ellos libre de pecado
y absuelto de opiniones negativas y falsas.
Es perfecto el tiempo de Dios.
IV.
Ante la coyuntura histórica que vivo,
ruego a Dios ilumine mis decisiones.
Que su luz sea mi luz.
Que mis ideas sean las suyas.
Pido que me blinde de valentía para dar la cara
y soportar con templanza lo que surja
con razón y sin razón de la gente.
Que mis acciones sean entendidas y admitidas,
que sepan que sigo siendo aquel,
el mismo hombre de siempre,
pero liberado de martirios y deslealtades,
y al servicio del prójimo, de mi país,
para que como un amigo más,
mi fuerza moral contribuya a lograr en unidad;
la paz, el dialogo, el pluralismo
y el reconocimiento histórico.
V.
Quién soy? Quiero ser, y eso soy,
un resultado proactivo de la vida.
Quiero que Dios me ayude en esta nueva etapa.
Que la estabilidad socio-económica
y el equilibrio bio-psico-social coronen mi vida
y la sepa compartir con la familia y la propia sociedad.
Quiero trascender. Quiero libertad.
Quiero volar y aportar lo mejor de mí a los demás.
Quiero ser diferente a lo que he sido,
ser cada vez mejor, y extraer de mí ser las fortalezas que tengo.
Quiero aportar con mis ideas y acciones
mejores condiciones objetivas y subjetivas de vida,
y que mis obras sean humanistas
para así crear conciencia y valores.
Sé que la etapa que detento ahora luce
colmada de antagonismos y a la par de esperanza,
porque la ruptura con el pasado
no es fácil ni pacífica.
Soy un producto y un resultado de mis luchas,
en donde el peso de una trayectoria
en pro de los derechos humanos
tiene una dimensión histórica insoslayable.
Sé que romper con las fortalezas
y debilidades de mi vida,
constituye la oportunidad de asumir
mi genuina competitividad.
Sé que cuando damos pasos polémicos,
y seguramente equivocados,
llueven las críticas injustas;
pero también escampa,
cuando el error es consecuencia
de las contradicciones antagónicas
que inundan nuestro ser y perdemos nuestra identidad,
pero somos capaces de recuperarla,
expresando disculpas y levantándonos de nuevo.
Dios si he pecado, te pido perdón
y además clamo que me guíes siempre
por el camino del bien.
Dios dame luz, paz y voluntad para derrotar el mal,
pero por favor concédeme la confianza y victoria,
para enarbolar las banderas de mi libertad.
VI.
Quién soy?
Soy ahora un ser que añora una nueva vida,
caracterizada por la creatividad,
el liderazgo y la actuación ecuánime.
Te pido Dios esa oportunidad
y como tal te solicito las llaves
que abran las puertas de la verdad,
de la paz y del amor.
VII.
Si algún día me voy de esta vida
no quiero que mi tránsito sea desapercibido.
Quiero ser reconocido como un ser humano
que vino al mundo a dejar una huella indeleble intachable,
ícono de un hijo ejemplar,
que con su praxis supo obtener el cariño
y el respeto de todos.
Ser uno más no es mi propósito.
Quiero marcar la diferencia
y ser en esencia yo mismo.
Permítemelo Mi dulce Señor!
VIII.
Qué hacer?
Me encomiendo a Dios
y a los Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael
para que mi óptica esté apegada
a la justicia, la ética y el bien común.
En esta hora crucial pido a Dios sabiduría y solidaridad.
Ya está bien de vejámenes y difamaciones,
resultado de una sociedad polarizada
y escamoteada por una capa política
inverosímil y despiadada con el pueblo.
Detén eso Dios mío y ayúdanos
a colaborar con un destino justo y mejor.
IX.
Padre Nuestro que estás en el cielo perdóname,
libérame y hazme tu instrumento
para hacer valer mi verdad, tu verdad.
Santa María Madre de Dios
provéeme del conocimiento necesario
y vital para ser tu servidor.
X.
Dios quiero ser tuyo y que tú en mí,
elija la circunstancia para brillar
en tu nombre en la vida humana.
Padre Nuestro que estás en el cielo
Santificado sea tu nombre.
Gracias mi Dios! Amén!